Hasta principios del s. XVIII, las aguas de Guimar brotaban de manera espontanea en los barrancos de El Rio y Badajoz. Los primeros lavaderos que se dataron se remontan a la década de 1790, cerca de estos barrancos. Debido a su lejanía, el desplazamiento hasta estos era de una gran dureza. Por ello, en el año 1826 se elaboro un convenio para construir una canalización hasta la fuente publica creada en el barrio de Chacaica.
En esta zona, de vocación agrícola, se reflejan los usos tradicionales de agua con la presencia de tres molinos hidráulicos, una fuente de cinco chorros, atajeas, acueductos, tanquillas de distribución del agua y los lavaderos. El lugar se convirtió en uno de los puntos mas importantes de socialización de la población hasta el ultimo cuarto del s. XX.

Texto extraido de la guía “ Turismo de Guimar, Ruta Cultural”